Nuestro comportamiento tanto profesional como personal puede mejorar en muchos aspectos, lo difícil es saber cómo hacerlo.
Trabajo y vida privada, aunque aparentemente son campos diferentes, tienen un claro e indisociable nexo en común: el tiempo. Dicho bien es tan valioso que necesita ser administrado y valorado con nuestro máximo interés.
En Buscoingenieros llevamos tiempo trabajando en la planificación de proyectos de ingeniería. Sabemos la importancia y la dificultad de lograr grandes resultados con el uso del tiempo. Definir un plan de acción y seguir unas sencillas pautas durante este proceso, nos garantizará aumentar y conocer la cantidad y la calidad de los resultados que obtenemos con nuestro esfuerzo.
Definición de objetivos como paso inicial obligatorio, y hacerlo por escrito preferiblemente. Es sencillo aparentemente pero descuidarlo seguro que nos hará perder tiempo en el mejor de los casos. Siempre debemos saber qué debemos conseguir, en caso contrario con los primeros problemas u obstáculos olvidaremos nuestro objetivo o lo cambiaremos constantemente. Nos motivará comprender que nuestras acciones diarias forman parte de nuestros objetivos a corto o a largo plazo, para ello debemos mantener una visión con suficiente perspectiva de todos ellos.
Cuanto más exactos sean los tiempos previstos para la realización de trabajos, mejor será nuestro rendimiento. Debemos, por tanto, establecer tiempos específicos de ejecución para la realización de tareas. De esta manera tendremos instrucciones precisas que evitarán distracciones nuestra atención. Las personas más eficientes en su trabajo, trazan un plan detallado de su jornada, y después se ciñen al máximo posible a ese plan creado. Junto con la jerarquización de objetivos garantizan que en cada instante están haciendo lo más importante que pueden hacer.
El planteamiento de tareas debe hacerse de la forma más beneficiosa para llevar un desarrollo de las mismas lo más homogéneo y continuo posible. Es decir, solapar tareas similares y respetar la planificación realizada de todas, tanto si son de trabajo personal o en grupo. Dicho planteamiento debe ser algo flexible y no completamente rígido. Hay que conocerse muy bien a uno mismo, establecer el equilibrio personal entre lo planificado y lo producido y mejorarlo con la experiencia. De esta manera, minimizaremos los márgenes de tiempo que debemos asignar en nuestra planificación a posibles imprevistos o problemas. Estos imprevistos, aunque no controlables a priori, es muy probable que sigan una pauta y tiempos propia y personal a poder descubrir. Comienza por ejemplo, desarrollando la regla del setenta-treinta, esto es, planifica el 70% de su tiempo diario útil, y deja el 30% sin planificar para dichos problemas.
Nunca está de más, establecer una prioridad dentro de nuestras tareas en base a los objetivos marcados y anticipar su ejecución. Es otra herramienta de seguridad ante posibles imprevistos. De esta manera aseguramos estar haciendo lo correcto, aunque la planificación haya sido incorrecta.
En consonancia con nuestros objetivos más importantes, y a largo plazo, no debemos disociar nuestros planes personales de los profesionales. En nuestra planificación conviene incluir tanto los aspectos profesionales como los aspectos personales. Hay que saber y ser consciente lo que conlleva y la importancia que debe cobrar en nuestro día a día los momentos de ocio o de disfrute personal. Aprender a valorar los momentos agradables de los menos atractivos, pero asociando estos últimos a unos objetivos más generales y gratificantes, generarán la motivación necesaria para hacernos triunfar en nuestras tareas y en definitiva en nuestros proyectos.
Todo lo dicho, que no es tarea fácil de llevar a cabo, desde Buscoingenieros, y supongo que tú también, nos empeñamos cada día en lograrlo. Fruto de ello hemos ido desarrollando una herramienta propia que nos ayude materialmente ha hacerlo. Un software que adaptándose a nuestras básicas y domésticas necesidades hay ido poco a poco tomando forma y convirtiéndose en un elemento básico con el que afrontar proyectos más ambiciosos. Por ello, porque creemos firmemente que puede ser muy útil como a nosotros lo es, os animamos a conocerlo en este enlace: https://buscoingenieros.es/planificacion
Nada más, esperamos que os haya sido interesante la lectura y sobre todo que os haya motivado y despertado de nuevo el interés por vuestras importantes tareas si hacía falta.
Promovido desde el Consejo de la Unión Europea, se ha redactado por el Ministerio de Economía y Competitividad un borrador del Anteproyecto de Ley de los Servicios Profesionales y, con ello, el del sector de la ingeniería. Con él, se pretende dictar las bases de un Proyecto de Ley para mejorar la competitividad del sector aclarando, simplificando y sistematizando su actividad, así como el de sus respectivos colegios profesionales.
Los Servicios profesionales suponen alrededor de un 30% del empleo universitario de nuestro país. Para llevar a cabo nuestra profesión, existe actualmente una regulación excesiva y obsoleta legislada por numerosas normas preconstitucionales. En el caso que nos afecta, no está establecida una clara competitividad entre los profesionales de los diferentes sectores de ingeniería, tampoco con respecto a los profesionales de la edificación. Siendo evidentes las interacciones y compatibilidades de conocimiento que ofrecen los diversos estudios universitarios de ingeniería y arquitectura, se promueve actualmente una conflictividad infructuosa e innecesaria a la hora de establecer las competencias de cada uno de estos ingenieros y profesionales de la edificación.
El Anteproyecto de ley de los servicios profesionales, establece un marco común a dichos servicios para generar una clara y libre competencia que mejore la competitividad de este importante sector de la economía. En esta dirección, se aclaran y delimitan los criterios para establecer reservas de actividad, para limitar al máximo su existencia y ampliar así la liberalización de un mayor número de actividades.
En cuanto a los colegios profesionales se les pretende establecer unas competencias más claras y acordes a las necesidades de la población, que basadas en el mandato Ómnibus, tienden a ser más reducidas y a estar, de forma obligatoria, claramente justificadas.
Los ejes principales del articulado son:
1. Principios de buena regulación de las actividades profesionales:
Libre compatibilidad en el ejercicio, así como libertad de comunicaciones comerciales y en las formas de ejercicio. Implantación del principio general de libertad de acceso y de ejercicio con una habilitación única. Se suprimen las restricciones horizontales en las diferentes especialidades de ingeniería, por un lado, y e ingeniería técnica, por otro. Se suprime la reserva exclusiva de actividad de los arquitectos y arquitectos técnicos, en lo que a proyectar y dirigir obras de edificios residenciales, culturales, docentes o religiosos se refiere. Se amplía la competencia a ingenieros con competencias en edificación.
2. Modernización de los Colegios profesionales:
Coexistirán los Colegios profesionales para profesiones de colegiación obligatoria y los de colegiación voluntaria. Los obligatorios se aprobarán por ley estatal, ejerciendo la representación institucional en exclusiva de dicho colectivo. La actividad de los Colegios irá orientada hacia un nuevo modelo, servicios de calidad para los profesionales, esto es, acreditaciones de competencias. Se establece la colegiación obligatoria, con independencia de la comunidad autonómica que sea, para la firma de proyectos y direcciones de obras, tanto para el caso de ingenieros como de arquitectos.
Se establece la incompatibilidad de ostentar cargos directivos en organizaciones colegiales con ser cargo político o titular de órganos directivos de las AAPP, o de organizaciones sindicales, empresariales o partidos políticos
3. Protección de consumidores y usuarios:
Empleando instrumentos más efectivos como seguros, marcos de infracciones, reglas de transparencia, formación continua, etc.
Si queréis más información, os dejo enlaces de referencia del articulado y algunas publicaciones a favor y en contra del mismo
C. N. C. Comisión Nacional de la Competencia (el sector)